Verano austral

Las marcas de tu vida

Walt Disney no tenía un mango cuando llegó a Nueva York pero sus ideas y voluntades lo transformaron en uno de los seres más ricos del mundo. Plasmó sus valores puritanos, agringados, cuasi cuáqueros, de cristianismo moralista en animación para niños.. vaya problema ese, y aquí voy a citar el efecto Galeano “si Beethoven hubiese nacido en Tacuarembó a lo sumo dirigía la orquesta municipal”. Bueno, si Walter Disney hubiese sido uruguayo a lo sumo trabajaba en la producción de Cacho Bochinche… Pero bueno, en la realidad no tuvo techo, fue el prototipo en carne y hueso del self-made man, capaz de sobrevivir crisis, crear éxito y fortunas como por generación espontánea.

Te vendieron tu primer marca… compraste, desde el cochecito jugabas con Mickey, miraste los VHS, te reíste con los enanos de Blanca Nieves, aceptaste la deformidad de Quasimodo, la torpeza del Pato Donald y John Smith te pareció buen pibe. Pero sabés que.. la vida no era tan así, la vida rara vez conoce de finales felices. Digamos que es más del estilo Bambi, no se si me explico.

Te diste cuenta que McDiabetes te gustaba por sus juguetes en la cajita feliz, en ellos estaba tu primera marca. Pero entonces creciste y pediste Big Mac para tapar tus arterias de a poco. Un día te diste cuenta que tenía poca carne y preferiste comer en tu casa viendo tele.

Te diste cuenta que mientras comías te aburría el informativo, entonces empezaste a ver MTV para cazar algo de música. Pero la M no era de música, era de “morónica” y cuando viste que otra gordita californiana quedaba embarazada apagaste el televisor.

Te diste cuenta que te aburría la tele, tu casa, entonces saliste a los primeros bailes. Te ahogaste en las bebidas blancas porque no había nada para hacer, las vomitaste, saliste a tomar aire y fumaste para que

que se te vayan las náuseas.

Te diste cuenta que si no había nada para hacer, prendías el Nintendo, el family o el SEGA. Pero Super Mario ya no te causaba más gracia, no estaba tu herman@ menor, nadie para poner a jugar con Luigi.

Te diste cuenta que mientras nada te divertía, prendías la computadora, pero Microsoft se actualizaba, se llenaba de virus y demoraba.

 Te diste cuenta que Apple podría ser opción, pero gastaste mucho y bueno, era más bien apariencia la diferencia.

 Te diste cuenta que hacías lo mismo entonces. Pura procrastinación, terminabas en Facebook.

Te diste cuenta que había gente en el mundo más divertida que tus contactos entonces ponías Youtube, y ahí te saltaban videos de gatos y gente rara.

Te diste cuenta que un día te apareció un link de una película de Disney, y te quedaste mirándola como petrificado. Pensaste en el círculo de las marcas de tu vida.

Te diste cuenta que la vida no es una película de Disney maestro… no, no es una Very Cheesy Picture… naciste en el culo del mundo, todo mal. Recordaste tu esperanzada infancia, concluiste que la vida es una mierda, tu vida apesta.